HAIKU

Me dijo el Dr. Bambú:

Si alguna vez, en un recodo del largo camino os encontráis con alguien que, deteniéndose, quiera hablaros de Haiku; cuando comience a decir que deriva de la Renga, que ésta no es más que una variación del Tanka, al que también se conoce como Waka, entonces, sin dudar un instante, huiréis de él y, tal vez, en vuestra huida...

Pero escuchad...

Hace mucho tiempo, tanto que la nieve comenzaba a caer sobre la Era de Heian, Yokoi, el monje zen, llegaba despacio al monasterio de vuelta de un corto viaje. Y brillaba una luz extraña en sus ojos.
Pasó días y más días sin hablar y sólo lo hizo cuando un compañero se atrevió a interrogarlo.
- Allá en el pueblo- dijo- un hombre con trazas de loco andaba sin rumbo, riendo y llorando, entonando poesías pequeñas y simples en las que, tu lo sabes, hasta sobran las palabras...
Y después de cada verso, él y yo, y todos los que escuchábamos seguimos siendo los mismos...Pero el Mundo...Ah! el Mundo lograba Satori...el Mundo...Con cada poesía...
Y cuando el prior del monasterio, que había escuchado, le pidió que recordara algunas, el monje sólo supo guardar silencio.
Fue entonces que Yoken, el maestro, comenzó a cantar:

Al tomar la làmpara
para adorar a Buda secreto.
Canta un grillo

Se sobresaltaron las palmeras sin viento.
- ¿Cómo lo sabes? Dímelo. Tú no estabas allí. ¿Cómo lo sabes Venerado?
- Qué pronto has olvidado que yo soy el Mundo- contestó el maestro y se alejó, riendo a carcajadas.
Entonces el joven monje, también cantó y su canto era puro porque él mismo lo ignoraba:

Escondida bajo las hojas
una anémona ve pasar
la tristeza del mundo...

Cuando os encontréis con alguien que, detnièndoos grite en vuestros oídos, "Que el Hokku designa la forma, el Haíkai el fondo y el Haiku el uno y el otro". Y, cuando amague recitaros alguno, habréis de huir rápido, sin volver la cabeza.

Cuando los hombres de la antigüedad tenían en el corazón alguna cosa que decir, lo cantaban en alta voz. Jamás se ha oído que alguien dijera "recita una poesía". Tan sólo "entona un canto" (Uta wo uta u). Ellos cantaban como las cigarras, los pájaros y las ramas... y como esa sombra anónima, que ahora pasa:

Revolotean los papeles de color
allí, entre los bambúes y la lluvia
Recuerdo del Amigo.

Escuchad...son tan pocas las palabras. tan inútiles las ideas...
Sólo Uno y el Mundo, unidos en un instante sin duración... el Haiku...

Dr. O. B.


Gracias, Doctor

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